Hablar sin palabras

Semillas del Verbo 13. ¿Es posible hablar sin palabras? Antiguamente no era extraño que un trato acabara con la expresión “palabra de honor” y ambas partes quedaran conforme. Incluso de pequeña mi padre daba su “palabra de honor” para lo que fuere y aquello era indudable. ¿Hoy día? Todo en papel, fechado y firmado para evitar sorpresas. Y es lógico… Pero esto de alguna forma nos habla de la desvalorización de la palabra: discursos vacíos, promesas incumplidas, descalificaciones e insultos y no sólo en la esfera política.

 

Es muy triste que cada vez más la palabra vaya perdiendo peso. De ahí quizás el deseo de las nuevas generaciones por otra clase de comunicación: la no verbal, “hablar sin palabras”. No es casualidad que el artista británico Banksy sea uno de sus heraldos más significativos. Sus siete murales en la devastada Ucrania son un ejemplo de ello. Para mí, el más elocuente: un niño judoca venciendo a su mastodóntico oponente. ¿Otro ejemplo? los valientes gestos de las distintas selecciones en el mundial de Fútbol: silencio ante su himno nacional, brazaletes prohibidos, bocas tapadas, rodillas al suelo… También, las grandes manifestaciones a favor de la libertad en Oriente Medio, la democracia en Brasil, etc. Son imágenes que hablan por sí mismas, otra forma de “hablar sin palabras”.

 

Hace mucho tiempo dibujé un gran póster con el rótulo de “PALABRAS” en diferentes tamaños, colores, estilos… y a la base escribí: “Seréis felices cuando las practiquéis”. Era mi respuesta inconformista y rebelde ante las palabras huecas. A pesar de su aparente devaluación, la palabra sigue teniendo valor real, pero necesita “visibilizarse”. Yo soy la primera que en mi día a día necesito aprender a economizar palabras, llenarlas de objetividad, autenticidad y corazón.

El mensaje de la Navidad pasada fue: “La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros”. No fue una palabra vacía, sino llena de presencia, coherencia y cariño.

 

¡Ojalá que al comenzar este nuevo año nos podamos decir unos a otros: “gracias, porque tu palabra se ha hecho carne”! ¡Mis mejores deseos a todos para este 2023!

 

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Rosario Garrido

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