Lo más difícil es perdonar
Me llamo Gaétan, tengo veinte años, y acabo de terminar el instituto. Doy gracias a Dios por haber conocido los JUSEM y ser parte de ellos. Cada uno tenemos una experiencia diferente yo os voy a hablar de mi experiencia de perdón, lo difícil que es perdonar y como le he logrado.
He participado en un campamento que la comunidad organizó con dieciocho universitarios en la mitad de agosto. Ha durado cuatro días en los que hemos recibido formación sobre la biblia y la vida, hemos bailado, compartido nuestras experiencias y colaborado en las tareas domésticas.
Lo que os quiero compartir es mi experiencia de perdón. Muchas veces lo más difícil es perdonar. Yo pensaba que era imposible perdonar . Sentía que no podía olvidar las heridas que me habían hecho. Pero en este campamento, durante una charla, entendí que debo aprender a perdonarme a mí mismo para después poder perdonar a los otros. Poco a poco, he ido reconociendo mis pecados y me he podido confesar. Dios me ha perdonado y yo he podido perdonarme. He comprendido que Dios no tiene necesidad de que me castigue por mis faltas, sino que me invita a reconocerlas y después a confesarlas, dejando que Él me reconcilie conmigo, con Él y con los demás .
Más tarde, cuando volví del campamento, he buscado a las personas que me habían ofendido y que yo también había ofendido para que nos perdonemos. Me daba ánimos pensar que si Tim Guénard, en su libro « Mas fuerte que el odio », ha podido perdonar a su padre también yo puedo ser capaz de perdonar.