Semillas del Verbo 36. Hay una educación obligatoria en España que es la Primaria y la Secundaria (ESO), y creo que todos la tenemos. Y está también, la otra educación… Y esa, al parecer, puede que no todos la tengamos.
El otro día en el metro, un chico contaba a su novia por teléfono, con pelos y señales, sus problemas en el trabajo. Hablaba tan alto y despotricando que estábamos todos alucinados…
Ahí va otra: la semana pasada, en un autobús lleno de gente, una mamá leía a viva voz un cuento a sus dos críos… y al lado, una señora gritando que no había derecho a ir en un autobús como sardinas…
Nelson Mandela decía que “La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Y realmente es así. Sin embargo, siendo la educación algo tan valioso, ¿no se queda muy corta sin la otra educación? ¿La que la R.A.E. define como cortesía y urbanidad? Esa. ¡La de veces que de pequeña me han llamado la atención por una nota de urbanidad baja! Mis padres ahí no transigían… Y sin embargo, ahora, parece que la demos por supuesta. ¡Qué equivocados estamos!
La revista The Times publicó hace tiempo un artículo donde decía que los españoles éramos impuntuales, gritones, desagradecidos y maleducados. Imaginaos el revuelo que se organizó en la red. La verdad es que cuando vas a un país y te encuentras con gente así, qué difícil es no generalizar. Aunque reconozco que soy un poco gritona, agradezco a mis padres que nos enseñaran a mis hermanos y a mí, a ser puntuales, agradecidos y educados. No era responsabilidad de los maestros. Esa otra educación la aprendí en casa.
En este siglo XXI donde peleamos tanto por desarrollar una formación intelectual al máximo, ¿no estaremos descuidando demasiado la otra educación?
Espero que no… ¿Pero, quién sabe…?
Rosario Garrido SEMD Madrid
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