
You are my hope
Experiencia personal campo de trabajo
Tuve la oportunidad de ir al campo de trabajo durante una semana con el lema: «you are my hope»y me llevé una buena sorpresa. Al principio no sabía muy bien que esperar pero cuando llegué todas las preocupaciones se fueron, ya que tuve una buena acogida por parte de las misioneras y de los compañeros. Aunque no conocía a nadie me entendí perfectamente con todos y fueron todos muy majos, y me gustó mucho conocer a gente de otros lugares y países. Era un ambiente muy bueno, y acogedor.
El propio convento transmite una sensación de paz y bienestar, y está rodeado de naturaleza lo que lo hace aún más bonito. En cuanto al trabajo lo disfruté bastante, y me sorprendió que no me resultara tan complicado como lo imaginaba, porque no había trabajado de nada antes ( aunque mi trabajo de por sí no era difícil, en este caso yo pinté y pulí unas ventanas, y ayudé a pintar una pared grande.)
El ambiente de trabajo también era muy bueno, y resultaba bonito ver como todos nos esforzábamos en lo que trabajábamos. También habían momentos de risas y algunos compañeros ponían música para animarnos mientras trabajábamos. La mejor sensación es cuando terminas y ves el gran cambio y trabajo que ha habido. Y de algún modo se queda una parte de ti en este sitio porque has vivido en él (1 semana) y has ayudado a mejorarlo.
Por otra parte también tuvimos momentos para conectar con Dios, y nos reuníamos en una capilla para compartir enseñanzas que nos explicaban las misioneras. También hicimos otras actividades que me gustaron mucho: visitamos otros pueblos, fuimos a la piscina, un día fuimos a ver las estrellas, jugamos a las cartas, tuvimos juegos de agua..
Lo disfruté todo mucho, y me encantó visitar los pueblos cercanos, pude disfrutar mucho de los paisajes y el entorno ya que no los había visitado/ visto antes. Y también me lo pasé muy bien jugando a las cartas, hablando y conociendo a la gente. Pude desconectar completamente de mi rutina diaria/ vida normal. Esta experiencia te abre la mente y te ayuda a conocer y poder hablar con gente que de normal no hablas o no conoces.
Personalmente, para mi fue una experiencia muy buena de la que disfruté mucho estando allí y de la cual me sentí feliz. Me llevo muchos recuerdos bonitos y amistades muy buenas que antes no tenía. Ya tengo ganas de volver otra vez.
Magdalena


