13 jóvenes entre 16 y 20 años se juntaron durante un fin de semana vocacional en el Centro Misionero de Dapaong (Togo). Cada año proponemos esta actividad, con el lema ¡Ven y Sígueme! Es un espacio para preguntarse sobre el para qué de la vida y descubrir cuál es el plan de Dios. Son unos días, también, para ver como posibilidad la vida consagrada como misionero/a SEMD. Participaron de 5 parroquias de la diócesis y una chica desde la diócesis de Kara.

A través de momentos de oración y formación, entre bailes, juegos y actividades muy variadas descubrieron primeramente que Dios los ama muy personalmente. Y que tiene sed de que su amor llegue a todos sus hijos, los que sufren y los que ignoran el valor de su vida. Por eso Jesús llama a personas para estar con El en una amistad muy íntima y después les envía en misión.

También descubrieron la familia misionera de los Servidores del Evangelio esparcidos en el mundo para anunciar que el amor de Dios cambia nuestras vidas y transforma nuestro mundo en un mundo más fraterno.

Discovery

Al final pudimos compartir la experiencia del encuentro; de sentirnos muy amados por el Dios de Jesucristo. Y que también nos necesita. Eso les dio ganas de volver para la misión que se realizará a finales de agosto. Los jóvenes sintieron la importancia de buscar seriamente cuál es su vocación. Algunos ya intuyen que quieren formar una familia, otros que quieren ser religioso/religiosa y algunos quieren seguir el camino de discernimiento con nuestra comunidad de Servidores. Para esto tenemos un programa que llamamos “Discovery”.

El equipo de preparación éramos dos hermanas y tres postulantes. Presentar nuestra misión nos confirmó la belleza de nuestra vocación consagrada y de nuestro carisma de evangelizar y formar misioneros.

Comunidad de Dapaong (Togo)

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