Un talento que tenía dormido despertó

Hola, me llamo Jacques

Cuando el 2020 comenzaba, ignorábamos que este año traía consigo una tribulación. Y así, de repente nos dijeron : « !Confinamiento ! ». Para mí era extraño no volver a clase, ni encontrarme con mis amigos. Sentía que se hundía el mundo. Pero pronto se despertó un talento que tenía dormido : el de construir maquetas de casas. Agradezco a Dios haberme visto capaz de hacer algo así.

Ahora que vamos a volver a las clases y que voy a abrir mis cuadernos que había dejado olvidados, recuerdo lo mucho que he aprendido en este tiempo, a pesar de que lo haya visto como un desastre.

 

Además de mi habilidad con las maquetas, también he podido reconstruir mi vida. En mi familia rezamos juntos y leemos la biblia. Gracias a esto he ido aprendiendo a escuchar a los demás, a perdonarme a mí mismo y a los otros. Porque antes pensaba en mí mismo y en nadie más. Era tanto mi egoísmo que me sentía pesado por dentro. Pero este tiempo me ha enseñado a compartir primero con mi familia y después con mis amigos. Ahora me siento ligero como una pluma y entiendo la frase de Shakespeare : « He llorado cuando me he visto sin zapatos, pero he dejado de llorar al ver a un hombre sin piernas » No vale nada la vida cuando nos lamentamos de  nuestra suerte y no hay nada mejor que sentirnos orgullosos de lo que somos y tenemos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ula donieckaUn talento que tenía dormido despertó