
Testimonio vocacional 9. Mari Carmen Tabernero. Argentina.
Es la historia de un Amor
Me llamo Mari Carmen, tengo 47 años, soy española, pero vivo en Argentina. Les quiero contar la historia de un Amor como no hay otro igual, este Amor se llama Jesús.
Esta historia comenzó a los 19 años, cuando El me llamó a seguirle y le entregué toda mi vida. Como el Buen Pastor, Jesús salió a buscar su oveja perdida, salió a buscarme por lo importante que era para él. Muchas veces le he preguntado: ¿por qué yo? ¿por qué te fijaste en mi vida?
Yo conocí a Jesús en mi adolescencia y era una persona tímida, que no llamaba la atención, cuando era pequeña había tenido una experiencia de bullying y siempre arrastraba una mirada negativa de mí misma, de no valorarme lo suficiente. Descubrí el corazón de Jesús conmovido por mi vida y deseoso de venir a rescatarme de esa herida que me encerraba en mí misma y me aislaba de los demás.
En un retiro descubrí el amor limpio de Jesús que me amaba por lo que yo era, y que sólo buscaba mi felicidad. Hubo una cita de la Biblia que me marcó mucho: “Por amor de Sión no callaré, no descansaré hasta que su salvación brille como antorcha”. Entendía que él me amaba como nadie me había amado en el mundo y quería salvar mi corazón: “no voy a callar, a descansar hasta verte salvada, liberada, hasta que descubras quien eres, hasta rescatar la Mari Carmen verdadera que hay dentro de ti, lo amada que eres y la belleza que hay dentro de ti”. Por eso, mi vocación se resumen en la historia de un Amor.
Esta promesa Jesús la ha cumplido. El me tomó de la mano y su Amor tierno y delicado fue reconstruyendo mi casa en ruinas y sanando mi corazón. Hoy me experimento una persona nueva, con un corazón nuevo, alegre e inocente. Jesús me ha cambiado la mirada, pero les tengo que decir que ha supuesto lágrimas. Hoy la sociedad nos mete en las venas que todo tiene que ser fácil, rápido e inmediato, pero el Amor verdadero, lo que es auténtico cuesta, supone perseverancia, caerse y levantarse, pero merece la pena.
El te busca, no dudes en abrirle las puertas de tu corazón.
Mari Carmen Tabernero SEMD Argentina