Testimonio vocacional 1. Ana Palma. Filipinas

¿Has pensado alguna vez que te puede pasar a ti?

Sabías que las preguntas más buscadas en google por los jóvenes son: «¿Cómo se convierte una mujer en monja? ¿Qué hace una monja todo el día?». Y a ti, ¿Cuál es la primera palabra que se te pasa por la cabeza cuando piensas en una monja?» Aburridas, tristes, frustradas y muchas más. También te puedes preguntar: ¿De qué viven? ¿Has pensado que te puede pasar a ti?

Estas y otras preguntas las vamos a ir respondiendo en estos artículos, no desde la teoría, sino contándote nuestras experiencias de vida. Cómo llegamos a ser misioneras y misioneros, qué hacemos todo el día, qué comemos, de qué vivimos, a qué nos dedicamos y por qué hemos dejado todo lo que teníamos.

Te cuento en “short” mi testimonio:

“Me llamo Ana Palma, soy la segunda de cuatro hermanos. Vivo en Filipinas y llevo ya treinta años de vida misionera. Si, treinta años, se dice pronto.

Estudié Ciencias Físicas en la Universidad de Granada. Estuve trabajando un año como profesora de matemáticas en el Colegio de las Adoratrices de Guadalajara y después de aprobar la oposición para dar clases en el Instituto público lo dejé todo y me fui de misionera.

¿Qué me pasó? ¿Piensas que se me fue la cabeza? pues un poco sí. Todo fue fruto de un ENCUENTRO. Hay encuentros que te cambian la vida y te dejan un sabor a mucha alegría. Yo creo en Jesús de Nazaret que está vivo y sigue presente entre nosotros. En un momento de oración personal, en mi corazón sentí el amor de Dios por mí. El ha dado su vida por cada uno de nosotros y también por mí. Este amor, mucho más grande que el amor de mis padres, mi novio, fue el que me movió a dar todo por El también.

Como dice el refrán: “amor con amor se paga”. Así que decidí dejar todo, incluida mi plaza fija, para ir de misión a dar a conocer a esta Persona que es Jesús de Nazaret y que el encuentro con El, te cambia la vida. De una persona egoísta te transforma en generosa, de tímida a extrovertida, de alguien sin sentido te da fuerzas para hacer muchos proyectos, etc. Y así hasta hoy estoy feliz de mi vocación y misión” Algún día te puede pasar a ti.

Te animo a que dejes en el chat tus preguntas y te las vamos a ir respondiendo.

Ana Palma SEMD Filipinas

With families in barangay

En un voluntariado, limpiando una casa quemada

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La primera misionera coreana […] Dios puede llenar mi corazón”. Esta es mi primera experiencia con Dios. Y os quiero compartir el llamado que descubrí a “SER DESCANSO PARA […]
Isabelle Gracias Ana, qué encuentro tan fuerte que te ha cambiado tanto y se te ve muy feliz!
Alfio gracias Ana por este hermoso testimonio de vocación de Amor! viva la Mision!
ula donieckaTestimonio vocacional 1. Ana Palma. Filipinas