Te descubrí a vos, mi Cristo roto, en mis hermanos

Comenzamos 2020 con una misión que realizamos un grupo de siete

7 febrero, 2020
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  • ARGENTINA

Comenzamos 2020 con una misión que realizamos un grupo de siete misioneras consagradas y siete jóvenes en Chascomús  (Argentina).

En la casa donde nos hospedábamos había una imagen de un Cristo roto. Era un crucifijo al que le faltaban un brazo y una pierna. Después de unos días de misión, se me rompió la crucecita que suelo ponerme y el crucifijo se quedó sin extremidades. Estas dos imágenes  me hicieron descubrir lo que Jesús estaba viviendo en esta misión.

… ¡Este Cristo roto no tiene otro cuerpo que el mío para expresar su amor a los demás! Jugando con los niños, llevando talleres para adolescentes o escuchando pacientemente las historias de vida de la gente, entendí que la misión significa ser los brazos, los pies, el oído y la boca de Jesús. Jesús quiere salir al encuentro de los demás, quiere abrazar, escuchar, consolar y animar – y me necesitaba para que encarne este amor suyo, haciéndome cada vez más hermana y madre de las personas que Él me confía.

…¡Este Cristo está roto porque sufre en mis hermanos! Percibí mucha alegría y energía en los niños y jóvenes, pero también nos compartieron sus situaciones de vida a menudo complicadas y dolorosas: la ausencia de uno de los padres, problemas de droga de alguien en la familia, falta de dinero en casa, violencia. .. Contemplar a Cristo roto me hizo entender que Él comparte sus situaciones de dolor y cuando uno de ellos queda lastimado, Cristo mismo queda lastimado y sufre con él, porque por amor se ha identificado con cada uno de nosotros. Cuánta paz me dio descubrir esta presencia silenciosa de Jesús en cada sufrimiento que es capaz de abrir nuevos caminos hacia la vida

La alegría que experimenté en esta misión supone para mí una confirmación y un impulso en mi entrega al anuncio del amor de Cristo – este amor del Cristo roto que nos enseña a construir una iglesia y un mundo profundamente solidarios y compasivos.

– Annette Wiesmann 

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Goretti Hola! No vi la foto del Cristo
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