Somos la respuesta de Dios
Mi nombre es Blanka, tengo 19 años y vivo en Polonia. A pesar de mi apretada agenda, decidí participar en la «Formación Misionera Online” de las misioneras en Polonia, porque pensé que me podría ayudar a discernir y a tomar algunas decisiones de vida. ¡Y no me equivoqué!
Anteriormente, me había involucrado en varias acciones destinadas a ayudar a personas de otras partes del mundo. También conocía a las misioneras desde hace mucho tiempo, así que el tema de la misión no era desconocido para mí. Sin embargo, la Formación Misionera me ha abierto los ojos y me ha ayudado a tener una visión más amplia.
¿Cómo me ayudó la Formación misionera online?
El proceso de estos nueve domingos de Formación me ha ayudado a descubrirme poco a poco a mí misma, a confrontar mis ideas con la realidad, a responderme preguntas difíciles y descubrir mis verdaderas motivaciones.
En primer lugar he comprendido que cada uno de nosotros es una misión y tiene una tarea en el mundo. Somos la respuesta de Dios a las desgracias que suceden a nuestro alrededor. La misión es la obra, el plan y el deseo de Dios. Somos nosotros, sus hijos, quienes podemos ser alegría para los que están tristes, amor para los que no se sienten amados, amigos para los abandonados, rechazados y no deseados, esperanza para los que dudan, luz para los que caminan en la oscuridad.
He descubierto que la misión no es solo una maleta grande, un viaje largo y llegar a la otra punta del mundo. Mi misión es aquí y ahora, en mi ciudad, en mi casa, en mi familia, en este minuto. Esta misión nunca será algo pequeño e insignificante, si tiene su fuente en el Amor.
Me ha dado la oportunidad de escuchar testimonios de misioneros de muchas partes del mundo, que más de una vez tocaron mi corazón, me permitieron descubrir nuevas capas de amor aún no descubiertas y despertaron el entusiasmo por trabajar aquí y ahora, para decir con valentía: «Aquí estoy, envíame a mí».
La Formación Misionera también ha sido me ha permitido profundizar la relación con Dios en un pequeño grupo de personas maravillosas, cada una de las cuales ha aportado algo único y muy valioso a las reuniones. Orar juntos y compartir pensamientos fue muy enriquecedor.
¡Me siento increíblemente agradecida por este hermoso tiempo de formación!
Y estoy segura de que esto es solo el comienzo 😊