Muchas cosas en la vida comienzan porque nos hemos hecho un propósito: “terminar la carrera este año, buscar trabajo, comenzar este grupo misionero, etc”. Pero muchas otras comienzan porque aquello que nos habíamos propuesto no salió. Pues bien, ahí descubrimos que aquello que aparentemente parecía un “fracaso”, se transformó en una oportunidad para salir por las calles y las plazas.
Al repensar el plan pastoral de nuestra comunidad de San Miguel, y en esos pequeños momentos de “Cenáculo” que solemos tener, nos dimos cuenta de que teníamos que llegar a los jóvenes que no están dentro del ámbito eclesial y que nos están esperando. Surgió la pregunta: ¿Por qué no salimos a misionar al corredor? Corredor es el lugar de San Miguel donde todos los fines de semana salen los jóvenes y toman mate ¡Ahí están los jóvenes que nos necesitan!
Banner
Armamos un “banner” donde teníamos la información de las actividades que ofrecíamos a los jóvenes. Todo esto sin saber si la policía nos permitiría estar en el corredor con un “banner”. Armamos un QR con todas las actividades a las que convocábamos, un contacto de whatsapp y preparamos un juego con el que acercarnos a los chicos.
Llego el día, con temor y temblor salimos al corredor. Las condiciones climáticas no eran las mejores, era un día gris y un poco lluvioso. Armamos el “banner”, la policía pasó a nuestro lado, nos miró, nos saludó y pasaron de largo. Primera prueba: superada. A pesar del mal tiempo los jóvenes estaban ahí. Todo estaba preparado.
Y, ocurrió el milagro. Nos empezamos a acercar a los jóvenes que estaban sentados en el parque tomando mate. Les ofrecíamos jugar y se animaban. Luego les compartíamos las propuestas que teníamos y les pasábamos el QR, con una frase motivadora.
No sabemos si acudirán muchos jóvenes a nuestro voluntariado, o a nuestro “Open Betania”. Pero la semilla cayó y lo más bonito es que se prendió en nuestro corazón el fuego de seguir saliendo para acercarnos a ellos.
Comunidad de Betania Argentina