Hola, ¿has sentido alguna vez contemplando una puesta de sol un momento de paz o de descanso del corazón? Yo sí, es como si por un instante de belleza inmensa entrarás en lo eterno. ¿Has sentido alguna vez mirando una imagen de una madre con un niño, que ese amor te penetraba por los ojos? A mí me pasó el otro día, como si te transportaras a lo que expresa cuando lo miraba. ¿Te ha pasado alguna vez que entrando en una casa, el olor a hogar te ha hecho relajarte y recordar historias de tu pasado? A mi sí, en una casa sencilla y cálida donde el centro es la acogida de lo que eres. ¿Te gustaría sentir cerca a Dios y poder experimentar su amor personal por ti?
Pues no te pierdas, una vez al mes, estos artículos se llamarán, “por lo bello a lo eterno”. A través de una forma sencilla y real te mostraré cómo desde la comunidad Servidores del Evangelio intentamos reflejar el amor de Dios por lo bello, sencillo y trascendente de las cosas. Puedes llegar a conocer a Dios y a experimentar su amor a través de lo visual pues nos transportará a su corazón. También, vas a conocer más sobre nuestra Comunidad, qué nos hace vivir, porqué somos misioneros, y nuestro estilo de vida. Vamos a sacar a la luz la riqueza de imágenes, expresiones de arte, fotografías, música y estilos de nuestras casas, que son una puerta para saborear el amor más grande. ¿Quieres dejarte llevar por lo bello a lo eterno?
Hoy, empezamos con nuestro nombre pintado sobre madera y con la forma del mundo. Está pintado a mano, ni impreso en imprenta ni hecho a máquina. Así es nuestra vida misionera, llena de muchos esfuerzos, sacrificios, entregas y sudores que hacen que el Evangelio pueda llegar a muchos. Este nombre es nuestro documento de identidad, esto somos y esto queremos ser hoy en nuestro mundo, humildes servidores de amor, paz, reconciliación y la Buena Noticia del Amor de Dios.
Ana Palma, SEMD Filipinas