Este año, debido al covid19, tuvimos que reajustar el Nikan (encuentro de jóvenes de Japón y Corea) y lo que iba a ser un encuentro en Corea de varios días, se redujo a un compartir on line. No por ello menos profundo y lleno de vida y esperanza para cada uno. De Corea se conectaron 14 jóvenes y de Japón 8, más las misioneras de cada país.
El año pasado por estas fechas fue el Encuentro de Jóvenes Japón-Corea (Nikan). Fue una alegría enorme para mí poder volver a ver a Nanami y Wakano, después de tanto tiempo, y conocer a chicos y misioneras que no conocía. Por eso este año también esperaba el Nikan con mucha ilusión. Aquí en Corea estábamos preparando este encuentro, pensando qué actividades sería bueno hacer esta vez. Sin embargo, nadie hubiese imaginado los cambios que el covid19 traería consigo, que impedirían realizar el encuentro como habíamos pensado. Al principio teníamos esperanza que todo pasaría rápido y que para el verano el covid19 habría terminado. Sin embargo, el covid19 sigue presente en medio nuestro, como riéndose de nosotros.
Aunque esta vez no nos podríamos encontrar físicamente, para mí fue una alegría enorme la posibilidad de hacer el Nikan on line. Hacía tiempo que no veía a las misioneras ni a los chicos de Daejeon con los que habíamos hecho el programa, y sin embargo, fue como si nos hubiésemos encontrado ayer. Nos pusimos al día sobre cómo estábamos y pudimos compartir sobre cómo vivir lo mejor posible toda esta situación del covid19. Pero lo mejor fue podernos reír con todas las fuerzas, después de tanto tiempo. No pudimos darnos la mano, ni mirarnos directamente a los ojos, pero fue como si estuviésemos juntos en un mismo lugar, compartiendo todo lo largo que necesitáramos. Me dio mucho ánimo y me hizo pensar: ”¿No será Dios quien nos mira y ha hecho posible este encuentro?”. Me encantaría que pronto pudiéramos volver a hacer el Nikan, que se solucione todo esto y que podamos volver a abrazarnos unos a otros como antes.
Kim Jinuon Marcela