¿Los jóvenes pueden ser santos?

Los grandes santos de la historia empezaron su camino como jóvenes comunes y corrientes. ¿Qué pasó para que se convirtieran en santos? ¡Alguien creyó en ellos!  ¿Los jóvenes pueden ser santos? ¡Claro que sí! Debemos regalarles una mirada creyente y atisbar en ellos todo el potencial que llevan dentro.

Esta certeza, Dios me la ha regalado de nuevo en el “Lévantate”, el retiro de iniciación que ofrecimos a un grupo de jóvenes en Caldas, Colombia. En uno de los momentos de ese encuentro, un chico que pertenece a los “JuSeM” interpeló a los otros jóvenes diciéndoles: “¿Ya pensaron en lo que cada uno de nosotros podemos llegar a ser? ¡Podemos ser otro Cristo!»

Es decir, ¡tenemos en nosotros la capacidad de vivir y amar como Él!”. Este chico así lo creía y me regaló esa mirada. Veía los rostros de los chicos que estaban participando y me conmovía porque descubría que Dios ya puso en ellos la imagen de su Hijo. Los ha creado con la capacidad de ser bondadosos, coherentes y fraternos como Jesús. Cada uno de ellos tiene la capacidad de interpelar a otros jóvenes, hablándoles del amor de Dios y definiéndose por el bien. Sentí a partir de ese momento el llamado de Dios a creer profundamente en cada joven.

Me acordaba del encuentro entre Francisco Javier e Ignacio de Loyola. Francisco era un joven con muchos talentos y aventurero, pero como contrapartida era vanidoso y bastante orgulloso. San Ignacio, sin embargo, pensaba: ¡Si este joven orienta toda su pasión hacia Cristo, dejará una huella grande en la historia! Y así fue. Tras su encuentro con el Amor de Cristo, Francisco se convirtió en un misionero apasionado del continente asiático. ¿Qué habría pasado si Ignacio se hubiese quedado con la primera impresión de Francisco Javier? ¡Faltaría en nuestra historia un gran santo! ¿Qué pasará si yo me quedo con la primera impresión de los otros?

¡Soñemos con la vida de los demás, porque una mirada creyente es capaz de transformar vidas!

Anette Wiesmann SEMD Colombia

 

 

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Laurence Gracias, Annette! Y un día como hoy llegó a Japón san Francisco Javier!! Ese hombre joven lleno de ambición llegó al fin de la tierra en nombre de Jesús! El divino impaciente sembró el Evangelio hasta allá!
ula doniecka¿Los jóvenes pueden ser santos?