
Lo que pude encontrar a través del Discovery
¡Hola a todos! Me llamo He-Ji, Clara de nombre de bautismo, y este año he participado con las misioneras del programa Discovery. La razón por la que empecé este camino fue la inquietud que sentía de cómo vivir la vida desde una relación más cercana con Dios. Esto es una pregunta que seguramente se hace cualquiera que quiera vivir como cristiano acá en Corea. Compartí esta sed con las misioneras y ellas me propusieron hacer el programa Discovery, junto con otras dos chicas que tenían la misma inquietud. Así fue como en abril del 2019 empezamos el Discovery.
Nos reuníamos una vez al mes y en cada encuentro pudimos orar y compartir sobre cómo habíamos vivido el mes pasado, cómo fue nuestra relación con Jesús y cómo descubrir lo mucho que Él nos había amado. Durante todo este camino lo que pude experimentar es que cada día pasaba volando y que el corazón se iba haciendo cada vez más tierno y blando.
Confieso que personalmente muchas veces me he preguntado por qué me sentía tan bien después de los encuentros que teníamos, en medio de la vida tan ajetreada que llevamos. Y me he dado cuenta de que el hecho de sentirme amada por Dios a través del calor de las misioneras y el tiempo que hemos pasado juntas, de los momentos de oración… es la razón de ello.
Otra cosa que me ha ayudado mucho es ver el cambio de mis propios valores. Recibí luz en la inquietud que tenía de “cómo vivir como cristiano aquí en Corea”.
Viendo el camino recorrido hasta ahora, me doy cuenta de que el nombre del programa “Discovery” es muy acertado: he descubierto mi propia vida y he podido conocer un poco más el amor infinito de Dios por mí tal como soy. Sé que Él estará conmigo sea cual sea mi camino.
Me da mucha pena que haya terminado ya este año del Discovery, pero lo veré como un recuerdo preciosísimo de un año recorrido juntas. Hoy doy muchas gracias a las misioneras y a estas amigas que se han convertido en mis acompañantes espirituales. Y sobre todo, un gracias a Dios, que es el que ha permitido todo esto que hemos vivido. Y me encantaría que las misioneras preparen para nosotras un camino de continuidad! Gracias!