Dapaong es tierra de jóvenes con capacidad de agarrar sus propias vidas entre las manos ponerse de pie y orientar todo lo que soy para reconstruir su propio país.
A veces, se dice: “estos jóvenes no tienen iniciativa”, “no tienen sueños”. Pero ¿quién dice eso? Quizás los que dicen esto de los jóvenes aún no han descubierto como Dios los mira. Yo creo que los jóvenes solamente necesitan ser “contratados” por Jesús a través de personas que crean en ellos y que se jueguen la vida por ellos.
Con este fuego prendido en nuestras entrañas, empezábamos el año con una intención: que muchos jóvenes puedan participar de un fin de semana de convivencia, para que desde ahí pueda empezar algo nuevo en sus vidas.
Los Jóvenes JSM (Jóvenes Servidores en Misión) y las misioneras nos sentimos “todos contratados” para salir a los liceos y colegios a invitar uno por uno a otros jóvenes a esa convivencia.
Para eso juntos, como comunidad misionera nos hemos estado preparando a través de encuentros de oración y de formación. En esos encuentros hemos ido recorriendo la ciudad. Una vez nos subimos a un Santuario desde donde podíamos ver la ciudad y rezar por todos los jóvenes.
Otra vez recorrimos los colegios donde muchos de ellos estudian. Al recorrer esos lugares nos adentramos en el latido del corazón de Dios que busca a cada alumno para levantarle y confiarle a su vez el levantar a otros. Hemos disfrutado de ser comunidad de fe, familia de hermanos y también de estar en misión para que Jesús pueda tocar el corazón de otros muchos jóvenes con su amor y su esperanza.
Creemos que juntos este país puede mejorar cuando cada joven se ponga de pie.
