Hemos despedido en Perú 2019 con unas misiones con jóvenes de la comunidad de Colombia. La misión ha consistido en diferentes iniciativas de evangelización durante la última semana de Adviento en los colegios y las capillas de nuestra zona.
Para los jóvenes de Colombia venir hasta aquí y dar todo lo que en su itinerario de fe habían recibido, franqueando los límites de su país y de lo conocido era un sueño. Y realmente lo vivieron así: cada día era para cada uno de ellos un regalo. Por eso, no querían desaprovechar ningún momento porque Dios estaba ahí: esperándoles en los demás desde hacía mucho tiempo.
Para los jóvenes de Perú, la venida de este grupo ha representado una preciosa sorpresa de Dios, que quería acercarse a ellos a través del testimonio de estos chicos y de las actividades propuestas.
Unos y otros hemos experimentado el asombro de poder juntos devolverle a muchos la ilusión por vivir una Navidad con más hondura y con la calidez que solo Dios sabe dar.
La misión finalizó con una jornada que concluíamos pidiendo a Dios la gracia que necesitamos para poder amar y servir ahí donde estemos en el 2020. Esto es lo que precisamente hará de este año nuevo un año feliz: nuestra apertura a recibir cada momento como escuela de misión y servicio.
Feliz año nuevo
Comunidad de Perú
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