Nos llamamos Héctor y Nilda y somos un matrimonio servidor de Argentina. Llevamos treinta y seis años de casados y tenemos dos hijos. Os queremos contar cuál es el mayor tesoro de nuestro matrimonio.

Cada año con mucha alegría renovamos nuestra promesa como matrimonio servidor frente al Señor y la Comunidad SEMD.  Acabamos de renovarlas motivados por la certeza de que estamos seguros de que la vida es más sencilla cuando caminamos con hermanos y siendo parte de una Comunidad. Nos sentimos muy agradecidos al Señor por semejante gracia y regalo.

Dentro de la Comunidad hemos aprendido a relacionarnos con Dios. Pudimos descubrir el amor con el que somos amados y el amor con que debemos amarnos. De esta relación con Él nace el amor, la amistad y  la fraternidad para compartir la vida con otros hermanos. Para nosotros es muy importante la oración. Cada uno hemos aprendido que la oración es un trato personal con El, pero lo más lindo es que también oramos juntos como matrimonio. Este es el mayor tesoro de nuestro matrimonio y como pareja.  ¿Por qué? Porque a través de la oración hemos fortalecidos nuestro diálogo. Esto nos permite acompañarnos en nuestras debilidades, perdonarnos y sanar heridas. El Señor nos ha hecho nuevos porque está en medio de nosotros como familia.

Siendo el Señor compañero de vida,  nos sentimos llamados cada día a anunciar el Evangelio en los ambientes donde vivimos. Lo intentamos cada día con mucha alegría y generosidad. Somos conscientes de que Dios nos ha regalado mucho y de que lo ha hecho gratis. Por eso, lo tenemos que devolver gratis.  De verdad, somos muy felices viviendo así.

Héctor y Nilda. Matrimonio servidor SEMD

Promesas de Hector y Nilda en Moreno. Argentina

Lema de las promesas