El lema que elegimos para la renovación de nuestras promesas fue “como barro en manos del alfarero”. Quisimos resaltar la importancia de dejar que Dios cuide y moldee nuestras vidas para que sean expresión de su amor en medio del mundo. Creemos en la fuerza transformadora de Dios cuando nuestro corazón está lleno de amor y misericordia.
Esta renovación fue celebrada en Portugal, el dia 9 de diciembre. Fuimos tres servidoras (Ana Paula, Ana y Sílvia) y dos matrimonios servidores (Paula y Pedro, Graça y Lino).
Durante la mañana vivimos un momento de oración y compartir, preparando el corazón para las promesas. Para representar la Comunidad Internacional, han venido de España las misioneras Mónica y Ángela, que nos han compartido la importancia del “Sí” para nuestro mundo, la Iglesia y toda la comunidad de Servidores. Sabéis que en la Comunidad somos una gran familia misionera formada por Servidores laicos, Familias misioneras y misioneras y misioneros consagrados. También tenemos algunos sacerdotes. Todos tienen su lugar en esta familia.
El almuerzo lo prepararon, con mucho cariño, los hijos de los matrimonios y estuvo riquísimo.
Después de la oración de la promesa, en el ofertorio, hicimos el gesto de amasar un poco de arcilla, que colocamos en forma de corazón alrededor de la imagen del mundo. Quisimos resaltar la importancia de dejar que Dios moldee nuestras vidas y sean levadura de su amor en medio de nuestros ambientes de trabajo, familia y amigos.
Fue una Eucaristía llena de significado, en la parroquia de Santo António dos Olivais, Coimbra, presidida por Frei Fabrizio, párroco de esta parroquia y con la presencia de familiares y amigos que caminan con la Comunidad.
Al final de la tarde tuvimos una merienda compartida y una fiesta con canciones y juegos.
No tengáis miedo vosotros también podéis dar un Si a Dios, El nunca falla.
Comunidad de Portugal SEMD