El  grave accidente que tuvimos a finales de enero 2021 nos imposibilitó poder estar de manera regular en Dapaong, nuestro lugar de misión al norte de Togo. Ahora os compartimos la alegría de estar de nuevo aquí. Como un tren que se pone en marcha, vamos recomenzando  las actividades las hermanas Fátima, María y Christa.

¿Cómo nos va? Lo primero es que estamos disfrutando de nuestra nueva casa que en el futuro será la casa de formación de las nuevas generaciones de misioneros/as de Togo. Vivimos en un terreno muy bonito en el campo a cuatro kilómetros de la ciudad de Dapaong. Estamos a una hora caminando, o un poco más de media hora en bici para los jóvenes, que viven un poco lejos. Ellos se sienten muy felices de venir a casa. La sienten suya y valoran mucho nuestro centro misionero.  Quisiéramos que éste pueda servir para llevar a cabo una renovación misionera de los cristianos, empezando por los jóvenes.

Otra razón de nuestra alegría ha sido la participación de los jóvenes de las ciudades de Dapaong y Kara en el encuentro internacional JuSeM online: lo disfrutaron mucho. Ahora se sienten más misioneros que antes.

En este arranque de actividades hemos ido a cuatro institutos para ofrecer nuestros talleres de formación a los alumnos.  Los directores nos han acogido con los  brazos abiertos.  Ellos mismos han estado invitando a los alumnos. En cada instituto ha surgido un grupo lindo de jóvenes que quieren aprender y construirse como personas. Con estos nuevos jóvenes de los institutos y con el apoyo de los JuSeM estamos siguiendo nuestra misión: que descubran el tesoro que son y lo quieran compartir.  Comenzamos de nuevo porque así de bella es la meta.

Christa Warning