
Buscando el sentido de la fe
Lo primero, para ser sincera, no estaba segura de sumarme a esta misión. Durante dos años he estado buscando el sentido de la fe en mi vida. No he sentido la necesidad de ir a la Iglesia porque no me he sentido parte de ella. Al final decidí ir porque pensé que, a lo mejor, podía encontrar las respuestas a las miles de preguntas que tenía sobre mi fe.
En esta misión, he encontrado realmente el sentido de la fe en mi vida. Por primera vez, he podido compartir con alguien sobre mi vida y mis sentimientos sobre mi fe. Esta experiencia me ha hecho entender que significa ser católica. Ahora, siento que Dios siempre está conmigo y que me ama, así como soy.
También, algunos de mis amigos me dijeron que me llevara la sonrisa a Japón. Antes de venir a esta misión, no sonreía. Solía pensar demasiado en mis cosas, especialmente sobre mi vida y mi futuro, y esto me hacía sentirme insegura sobre mi vida. A pesar de todo, gracias a esta experiencia de misión aprendí que Dios me va a guiar por el camino correcto, y que no necesito preocuparme sobre el futuro, y que sobre todo necesito sonreír más.
Durante la misión, las sonrisas de la gente alrededor mío me hacían sonreír también a mí espontáneamente, me ha hecho sentir muy feliz y amada. Por eso, me he prometido a mí misma sonreír más en Japón.
Ahora, estoy segura de que voy a guardar como un tesoro esta experiencia por el resto de mi vida. Las sonrisas y los momentos que he compartido me van a dar mucha fuerza. Aunque no estamos cerca físicamente unos con otros, siento que esta misión nos ha hecho estar unidos unos con otros, esta unión se llama amor.
Mikki (Japón)