Roma quiere hacer Vida el sueño de Dios

Plantearse cuál es nuestra llamada, nuestra vocación significa ir contra corriente (“¡tenemos vocación de salmón!”), pero si no elegimos hoy, ¡la vida elegirá por nosotros!

Hola, me llamo Anne Marie

Dios me ha enseñado a confiar en él, a recibir de él cada día la gracia, a disfrutar de las cosas más pequeñas.

Es mejor apuntar a la luna

Estos encuentros, estos descubrimientos y redescubrimientos, han encendido de nuevo en mí el fuego de la fe.