Adviento desde Perú
Este año el Adviento nos ha encontrado a cada misionera en un lugar distinto. A algunas les encontró en la ciudad de Arequipa donde algunos servidores laicos renovaron sus promesas. También, a orillas del río Napo, en la Selva amazónica del Norte del Perú, conociendo los retos inmensos de sus gentes, el trabajo con los jóvenes y las familias. Allí viven y se entregan religiosos y laicos que se han dejado llamar por Dios a este rincón de la tierra. Otras más cerca de casa, el Adviento comenzó en la Universidad acompañando un retiro y en nuestro barrio nos ha llegado continuando con la siembra cotidiana del Evangelio. En todos los lugares queremos pedir: «Venga tu Reino!.
Adviento es así: es un tiempo misionero especial en el que Dios nos recuerda su promesa de Reino y nos envía a llevarla a sus destinatarios: a los enfermos a los que apenas nadie visita, a los jóvenes de la Selva amazónica que sufren tanta falta de oportunidades, a los jóvenes y adultos con los que hemos caminado a lo largo del año y que quieren ser portadores de esperanza ahí donde están…
Estas semanas de diciembre tendrán este espíritu evangelizador: en las chocolatadas con los niños, en la visita a las familias, en las novenas en los parques de nuestra zona. Ahí queremos anunciar que Dios promete y cumple, y que la paz, la fraternidad y la justicia vendrán como regalo con la humilde colaboración de cada hombre.
¡Ven, Señor, venga tu Reino!
Mari Carmen Izquierdo SEMD Perú