Semillas del Verbo 21. Pues sí, estos signos de interrogación (?????) son el título de este artículo. Son los que quedaron en mi cabeza después de leer un estudio en internet sobre los trabajos más buscados por los jóvenes. “Hay una gran diferencia entre países -decía-: los portugueses quieren ser bomberos, los chinos nutricionistas y los saudíes poetas. En Alemania, el oficio más demandado es ser maestro y en Estados Unidos, piloto. En España, influenciados por las nuevas tecnologías, la profesión de “influencer” es la más buscada.” ¿Profesión?…. Pues parece ser que sí. Hasta ha salido en Prime Video un documental llamado “De profesión, influencer”. Y yo pensé, ¿aquí qué ha pasado?
Mi ignorancia sobre el tema me hizo navegar por internet, y lo que encontré me sorprendió aún más. Según la COPE, de los más de diez millones de influencers activos en Europa, el quince por ciento son españoles. Dos de cada diez habitantes son influencers. Y la gran mayoría están metidos en el marketing digital. Ahí es donde entra el dinero. Las marcas buscan al influencer para vender su producto y el año pasado invirtieron 92,7 millones de euros en influencer marketing. Por supuesto, no todos los influencers son iguales. Hay nano, micro, macro y mega influencers. Esta división depende de los seguidores y de la interacción que tengan con su audiencia. ¿Y…de eso se puede vivir?
Hace unos años Natalia Palacios grabó para tiktok un vídeo en el que mostraba cómo unos menores la habían llamado señora a sus 21 años. El vídeo se hizo viral y distintas agencias llamaron a su puerta. Hoy, Natalia a sus 23 años, tiene 93 000 seguidores en Instagram. Menos mal que parece tener los pies en la tierra…. “Igual, dentro de tres meses ya nadie se acuerda de mí. Hay que vivir al margen del mundo influencer. No puedes dejar nunca de lado tus estudios. Tu vida no puede ser solo redes sociales pues eso te deja muy vacío.”
Este comentario me recordó un episodio de la serie británica “Black Mirror”: “Nosedive” (Caída en picado). Es un relato muy crudo de cómo el mundo digital puede afectar y esclavizar a las personas haciéndoles ser lo que no son. A mí me resultó de lo más inspirador. Me confirmó una de las decisiones más importantes que he tomado en mi vida: elegir a Jesús como mi mayor influencer. ¡Y nunca me he arrepentido de ello!
Rosario Garrido SEMD
Si te perdiste la última Semilla del Verbo puedes leerla AQUI
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