Semana Santa en casa: Jesús atraviesa las paredes de nuestro hogar

Este año hemos vivido la Cuaresma y el Triduo Pascual de

15 abril, 2020
  • 0
  • POLONIA

Este año hemos vivido la Cuaresma y el Triduo Pascual de una manera atípica

La cuarentena nos está ayudando a detenernos, a pasar más tiempo orando la Palabra de Dios. Experimentamos este tiempo como una bendición. Dios nos habla más claramente o mejor dicho, nos ha abierto el oído para escuchar qué nos está queriendo decir. Descubrimos en su Palabra y en lo que sucede en el mundo que Jesús viene con su amor. Leyéndola reconocemos que Dios se dirige a nosotros, aquí y ahora.

Gracias a todos los años que hemos podido alimentarnos con la liturgia y la riqueza de sus símbolos, ahora, que sentimos la limitación de no poder ir a la iglesia, podemos alimentarnos a manos llenas de todo lo recibido.

El Jueves Santo por la tarde noche nos sentamos juntos a la mesa. Leímos el Evangelio de la Última Cena, partimos entre nosotros un pan que habíamos preparado en el horno y que todavía no estaba del todo cocido, bebimos unas hierbas amargas y vino dulce, compartiendo entre todos el significado de estos símbolos de la Pascua. Después Grzegorz, cabeza de familia, nos lavó los pies a cada uno de nosotros.

Durante la transmisión online de la liturgia del Viernes Santo, nos reunimos bajo la cruz que tenemos en el salón, que nos remitía a la Cruz en la que se actualiza la Salvación del mundo. Adoramos a Jesús en ella y le cantamos. Nuestra hija Gosia tocaba la guitarra.

La Noche de la vigilia Pascual nos alegramos de que Jesús no esté encerrado en las cuatro paredes del templo parroquial y de que tampoco le frenen ni el virus ni las prohibiciones de estos días. Aunque las puertas estén cerradas, Jesús atraviesa las paredes de nuestro hogar y hemos experimentado su presencia en la alegría, cantos, bailes y aplausos… en realidad, en el amor entre nosotros.

Esta experiencia que compartimos está sumergida de lleno en nuestra vida cotidiana, con sus conflictos, diferencias entre nosotros y peleas infantiles, pero en la que también hay cooperación, espontaneidad, propuestas creativas y juegos. Nos ha sorprendido positivamente que nuestros hijos, y varios son adolescentes, quisieran participar con nosotros en las misas y celebraciones online. Somos en total nueve, nuestros hijos están en la edad de entre 6 a 23 años, más nosotros dos, es decir, más asamblea de lo oficialmente permitido en las iglesias locales.

Estos días nos están dando la oportunidad de estrechar nuestra relación de esposos y re-conocernos de nuevo tanto entre nosotros como a nuestros propios hijos. Queremos anunciar que Cristo ha resucitado verdaderamente en nuestra vida cotidiana, en los pequeños gestos y vivencias que nos llevan de la muerte a la vida.

Una familia de Servidores del Evangelio:
Magosia y Grzegorz junto con Ania, Aga, Olga, Micha, Rafa, Monika y Dawid.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

ula donieckaSemana Santa en casa: Jesús atraviesa las paredes de nuestro hogar