¿Alguien piensa que los adolescentes en Corea están comprados por la sociedad, sin fuerza, sin vida? ¡Pues no es así! Hemos sido testigos de todo el coraje que tienen, las ganas de luchar por lo que quieren y la esperanza tan grande que son en esta tierra.

El pasado 26 de octubre 2019 los adolescentes de la parroquia de Mokchon presentaron un libro que ellos mismos han escrito recogiendo sus propias experiencias. La sala se llenó de adultos que escucharon conmovidos y profundamente tocados los pensamientos, desafíos, sueños, dolores que iban compartiendo estos chicos, uno tras otro. “Soledad en la propia familia…”, “sufrimiento por experiencias de bullying en el colegio…”, “un “te quiero” de los padres expresado torpemente con dinero…”, “presión de una sociedad que hace del estudio el centro de todo…”, “dolor ante el duelo de su propio padre”… Y sin embargo, ellos, libres, valientes, soñando y luchando por una vida realmente auténtica. Uno de ellos, Han Chunu (15 años) expresaba así sus búsquedas frente a la vida que quiere vivir: “Uno puede triunfar y arrepentirse, y puede no triunfar y vivir una vida que merezca la pena. Yo quiero vivir una vida de la que no me tenga que arrepentir”.

Jesús, quiero creer en los jóvenes, estar cerca en sus búsquedas y dificultades, ser para ellos la mirada creyente que les anima a ser ellos mismos y a sacar y ofrecer a otros el don tan grande que son. “Porque los jóvenes no tienen precio, y porque Tú vives y los quieres vivos!” (Papa Francisco, 『Christus Vivit』 nº 1 y 122)